MejoresRELACIONESde PAREJA
Capítulo I
El
propósito
de Dios para la pareja
Entonces
Dios dijo:
“Ahora hagamos al hombre.
Será semejante a nosotros y tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y
sobre los que se arrastran por el suelo.” Gen 1,26
Luego,
Dios el Señor dijo:
“No es
bueno que el hombre esté solo.
Le voy a hacer alguien que sea una ayuda adecuada para él.” Gen 2,19
Y Dios el Señor formó de la tierra todos los animales
y todas las aves, y se los llevó al hombre para que les pusiera
nombre. El hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves y a todos los animales salvajes, y ese nombre les
quedó. Sin embargo, ninguno de ellos resultó ser la ayuda adecuada
para él. Gen 2,21
Entonces Dios el Señor hizo caer al hombre en un
sueño profundo y, mientras dormía, le sacó una de las costillas y le cerró otra vez la carne. Dicen que
desde ese momento el hombre no está completo sin la mujer y viceversa, que todos los seres andan
buscando su media naranja
para ser felices. Gen 2,22
De esa
costilla, Dios el Señor hizo una mujer,
y se la presentó al hombre. Gen 2,23
Que al verla dijo:
“¡Esta sí que es de mi propia carne y de mis propios huesos! Se va a llamar ‘mujer’, porque Dios la sacó del
hombre.” Gen 2,24
Por
eso el hombre deja a su padre y a su madre para
unirse a su esposa, y los dos llegan a ser como una sola persona.
Entonces, queda claro que el hombre y la mujer fueron creados para estar juntos, para ser uno solo
y formar una familia, ese es el principio y
el fin de la creación.
Habiendo hallado
a su verdadera consorte espiritual, la
forma correcta de considerar
a la esposa como parte de uno mismo, es sintiendo la raíz espiritual común, que, como hemos dicho,
es
posible solamente cultivando un auténtico amor el uno por el otro y viceversa, pero primero por uno mismo.
Desde sus
orígenes, hombre y mujer
son complemento, fueron creados el uno para el otro
y se les dio una misión conjunta: Crear familia, ser familia, vivir en
familia.
Por eso:
La sabiduría del hombre hábil consiste
en saber a dónde va. Proverbios 14: 8
¡Y como quien va!
Va hacia el amor, hacia la familia, hacia la comunidad, para hacer el
bien.
Lo que somos es obra de Dios: hemos sido creados en Cristo Jesús con miras a las buenas obras que Dios dispuso de antemano para que nos ocupáramos en ellas. Efesios 2:10
Por tanto, todo lo que hace bien, es para bien
de todos.
Leerás continuamente el libro de esta Ley
(La Biblia) y lo meditarás para actuar
en todo según lo que dice. Así se cumplirán tus planes y tendrás éxito en todo. Yo soy quien
te manda; esfuérzate, pues, y sé valiente. Josué 1: 8
Lucha para vivir, lucha para crecer, lucha
para ser. Tú estás hecho para hacer el bien,
para ser FELIZ, ese es TU PROPÓSITO.
RECUERDA SIEMPRE: Dios
favorece a los hombres buenos. Proverbios 14: 9
El actuar
bien te dará excelentes frutos, los cuales gozarás
durante toda la VIDA y después, durante toda la eternidad.
Cada uno, pues, examine su conciencia
y luego podrá comer el pan y beber de la copa.
Corintios 11:28
¿QUÉ MÁS PODRÍA SER?
La biblia contiene miles de mensajes de sabiduría que
guiarán tus decisiones al éxito, como un ser de bien.
Hijo mío, no te olvides de mis advertencias, que tu corazón sepa guardar mis mandamientos. Ellos prolongarán tus días, te darán
la prosperidad, años de vida. Proverbios 3: 1 – 2
Tómalas en cuenta para todo.
Haz lo que es recto y bueno a los ojos de Yavé, para que seas feliz y llegues a tomar posesión
de la espléndida tierra que prometió
con juramento
a tus padres. Deuteronomio
6: 18
Que lleven una vida
digna del Señor y de su total agrado, produciendo frutos en toda clase de buenas costumbres y
creciendo en el conocimiento de Dios. Colosenses 1:10
Solo una vida digna para el Señor da felicidad.
Preocúpense por
las cosas de arriba, no
por las de la tierra. Colosenses 3:
Preocúpense por las cosas espirituales, por fortalecer el interior, por amar, por dar, más que por recibir, por ayudar…
Queremos hacer
un hombre nuevo, esa es la nueva.
El PROPOÓSITO DE DIOS
para la pareja – para el matrimonio es:
Amarse – hacer pareja.
Respetarse. Entenderse y hacerse uno solo.
Casarse, unir lazos.
Tener hijos. Educarlos –
hacerlos personas de bien.
Desarrollarlos. Hacer Familia.
Y por ultimo, morir en Cristo para renacer en la vida
eterna.